Dos borrachas en un Karaoke. Eso es lo que se puede decir de la colaboración de la abuela reina del pop, Madonna y de Miley Cyrus Cyrcus. Hoy ya hemos podido ver la actuación de lo que era un secreto a voces, que Madonna sería la gran colaboración de Miley en su MTV Unplugged (que se unirá a la larga lista de “MTV Unpluggeds” innecesarios, justo detrás del de Katy Perry, ganador absoluto).

El resultado ha sido este:

Si bien empastar “Don’t tell me” y “We can’t stop” sonaba a priori, interesante, Suponemos que el haber ensayado la colaboración aproximadamente dos minutos ha hecho que el resultado sea de circo. El nivel de empaste de su actuación y el nivel de la coreografía, cada una a su bola, es “digno de admirar”. Solo faltaba Britney para haber completado la versión americana de Las Supremas de Móstoles.

De hecho, cuando nos enteramos de ésta colaboración, a pesar de lo épica que podía llegar a ser, un mal presentimiento se adueñaba, irremediablemente, de nosotros.

Y efectivamente, al ver el resultado, la decepción ha sido enorme. Podían haber hecho algo mucho más grande…

Pero, vamos, no hay que tomarse a estas mamarrachas en serio.

Así que hemos vuelto a ver la actuación hasta arriba de peyote, como ellas.

Y ya nos ha parecido mucho mejor y mucho más divertida.