Nicki Minaj nos sorprendía hace un par de semanas con su nuevo single “Pills N Potions”. Acostumbrados a sus raps inteligibles, sus sonidos guturales y a las producciones de Red One, la enemiga de Mariah Carey se lanzaba con una balada cortavenas que ni Conchita hasta arriba de Prozac. Un tema sencillo, libre de estridencias y alejado de aspavientos que todavía no hemos asimilado. Nos gusta más que el 90% del resto de su discografía, pero estamos preocupados. ¿Se acabó la Nicki Minaj mamarracha? ¿Tan fácil se lo va a dejar a Iggy Azalea? ¿Cuanto tardaremos en verle mover el culo de nuevo?

Por si fuera poco, hoy se ha estrenado el videoclip que nos ha dejado en un mar de dudas. ¿Qué está fumando Nicki Minaj que le ha subido tanto? ¿De qué tipo de pastillas alucinógenas habla? ¿Con que app del iphone se ha hecho esos efectos papel de plata? ¿Es capaz de cantar lo de “I Still Love” sin tocarse las tetas? ¿Cuantos conejos han sacrificado en la grabación, además de los utilizados para su abrigo de piel? ¿Cuán innecesaria es la presencia de The Game? O es su camello, o no entendemos nada.

Cuantas preguntas sin respuesta. Desde “Perdidos” que no veíamos nada igual.