
No sabemos cuando empezó a pasarnos. ¿Sería en su enésimo intento de intentar llamar la atención? ¿Fue la dramática canción a su pez muerto? ¿Cuando nos descubrimos tatareando We Can’t Stop ? ¿Cuándo votamos Wrecking Ball como una de las canciones del año? ¿Cuando empezó a hacer declaraciones mucho más sensatas que las de Taylor Swift otras compañeras de profesión o su enfrenamiento con Nicki Minaj? ¿O cuando descubríamos que componía en la mayoría de sus canciones? En cualquier caso, la verdad es que no recordamos el momento exacto en el que la idea de que Miley Circus pudiera tener talento empezó a parecernos una posibilidad real.
Brillante Lilac Wine
El lanzamiento de un larga duración de 23 canciones de su puño y letra, anunciado en la pasada Gala de los MTV Video Music Awards, gala que presentó dos años después de convertirse en la protagonista de la misma por razones extra musicales. Unos éxitos y unos escándalos que la colocaron en el punto de mira de todo el planeta y en el que intentó mantenerse con polémicas cada vez más facilonas y previsibles relacionadas con la sexualidad o las drogas, y que, por su obviedad, resultaban forzadas y artificiales.
Sin embargo, con el paso del tiempo cada vez parece más claro que la Miley Cyrus irreverente, sexual y porreta tiene mucho más de ella en realidad de lo que en principio podíamos pensar.
Y eso es lo que se ve en este excesivo, irregular y honesto Miley Cyrus & Her Dead Petz. Nadie puede acusar a este movimiento de estrategia comercial puesto que se asemeja más a una inmolación musical que a todo lo contrario. Estamos seguros que no ha sido fácil publicar algo así trabajando en una discográfica como RCA aunque no hayan participado en la edición del mundo. Y algo que no imaginamos haciendo a ninguna de las mujeres que han liderado el HOT 100 en los últimos tres años.
Estamos hablando de un disco experimental, gratuito, de 23 canciones que en 2015 nadie tiene tiempo de escuchar, completamente alejado de lo comercial y probablemente, a años luz de los gustos del 90% de personas que compraron Bangerz.

Un (valiente) compendio de canciones, mayoritariamente poco meditadas, inmediatas y temáticamente reiterativas que, esconde entre la multitud, algunas joyitas con visos de genialidad sepultada entre las cadenas de ex estrella infantil, polemista y del twerk.
Un primer single con aristas punk y comercialmente imposible, canciones oníricas de producción redonda (Evil is a Shadow, Tiger Dreams), encarnizados homenajes a mascotas muertas en las que Miley habla más de sí misma que de sus animales (como ese Pablow the Blowfish que ya reivindicamos en su momento), baladas interesantes (Twinkle Song) y temas notables (Space Boots, la mejor canción del disco) que se entrelazan con memeces que esconden fragmentos interesantes (BB Talk o I Forgive Yiew) o interludios intrascendentes.
Todo aderezado con una producción barata, sucia pero que crea una atmósfera coherente y ciertamente adecuada para el proyecto.

5 comentarios en ““Miley Cyrus & Her Dead Petz”, discutible pero honesto | La mediocre ida de olla con la que Miley empezó a ganarse nuestro respeto”