Está mal grabada y se escucha regular. Canta un cover y una canción antigua. Ni siquiera nada de su último trabajo. Sin embargo, si la versión es Te debo un baile de Nueva Vulcano y la canción antigua es la emblemática rara avis que es Leñador y la Mujer América, y además, tenemos a una Zahara totalmente entregada, las cosas cambian.

Zahara es la típica historia de la chica indie que empieza en una multi y las cosas no funcionan. Y como la chica independiente se graba en un garaje y empieza a tener repercusión de multi haciendo lo que le da la gana. Y es que la ubetense, años después de perder el avión, está viviendo el mejor momento de su carrera. Consolidada gracias al éxito crítico y comercial del notable Santa y su vertiginosa gira por la geografía española que tuvo su clímax en los llenos de la Santísima Trinidad, se añade a este momento la repercusión de algunos de sus singles como la épica Caída libre, que dio la bienvenida a Yola Berrocal al indie.

Entre mucha otras opciones entre manos hemos escogido, por representativa, esta actuación que tuvo lugar el pasado verano y en la que Zahara se deja la piel con sus “cada vez que levantes las cejas de incredulidad, que sea al mundo y no a mí“  y su poderosa interpretación de la icónica Leñador y la Mujer América.  “La pareja tóxica que dominará el planeta, Leñador y la Mujer América”, parece que lo vio venir antes que nadie.

Simboliza a Zahara, una de las más firmes realidades del panorama nacional.